La manera más saludable de adelgazar de forma sana no conlleva hacer dietas drásticas ni darse atracones de hacer ejercicio. Al cuerpo le gustan los cambios lentos, en cuanto a comidas y actividad física.
Por ejemplo, alguien que lleva años sin hacer ejercicio no debería empezar corriendo varios kilómetros al día o poniendo mucho ímpetu en la cinta de correr.
El esfuerzo que esto supondría no solo te llevaría a sentirte desalentado y desmotivado, sino que también tendrías muchas más posibilidades de hacerte daño y empeorar tu forma física.
Lo mismo ocurre con quienes de repente empiezan a privarse de comida. Los regímenes que recortan de manera drástica el aporte calórico o los tipos de alimentos “permitidos” pueden conducirte a padecer un déficit de nutrientes y vitaminas necesarios para tu cuerpo.
Qué hacer para perder peso
Así pues, si necesitas perder peso, ¿qué debes hacer?1. En lugar de las tradicionales 3 comidas diarias, haz 5 o 6 comidas menos abundantes al día.
2. Evita el chocolate, las tartas, los bizcochos, las patatas fritas, los helados y cualquier comida basura.
3. Nunca te mates de hambre; esto detiene tu metabolismo y hace que te sientas aturdido, cansado y hambriento. Puede asimismo afectar a tus dientes, haciendo que se pongan pegajosos y se cubran con placa.
4. Consume frutas y verduras en cantidad, sobre todo si te apetece picar algo o como postre.
5. Intenta tomar carbohidratos “de los buenos” (los que tienen un índice glucémico bajo), como el arroz y las pastas integrales, la avena y el pan integral. Intenta no consumir hidratos de carbono después de las cinco de la tarde, ya que buena parte de los que no se utilicen probablemente se conviertan en grasa por la noche, arruinando tu sesión mañanera de bici estática.
6. ¡Que no se te olvide hacer ejercicio! Hay gente que, cuando intenta perder peso, se lían tanto recortando calorías y raciones que olvidan la importancia de la actividad física. Si te cuesta iniciar una rutina de este tipo, emplea los lunes en renovar tus propósitos al respecto. Participa en iniciativas como la “Monday Mile” (la milla del lunes), apúntate a una clase de “fitness” o hazte un horario de ejercicio para la semana. “Healthy Monday” (lunes saludable) es una campaña por la salud pública, sin ánimo de lucro y de ámbito nacional, que anima a la gente a convertir el lunes en el día de lo saludable.
7. Plantéate usar el “entrenamiento en intervalos de alta intensidad” (HIIT).
8. Mantén un aporte regular de proteínas (ponte como objetivo un mínimo de tantos gramos de proteína como kilos peses). Si quieres desarrollar tus músculos, dobla esa cantidad y haz pesas: esto supondrá una sobrecarga para tu metabolismo e incrementará enormemente la capacidad de tu cuerpo para quemar grasas.
9. Haz 20 minutos diarios de bicicleta estática y media hora de cinta de correr. El mejor momento es por la mañana, porque así se queman calorías, pero hazlo después de desayunar.
10. Como alternativa, súbete a la bicicleta en cuanto te levantes de la cama, ya que al no haber aportado comida a tu sistema en toda la noche, el primer sitio del que tu cuerpo va a extraer la energía necesaria son los depósitos de grasa (no los músculos, porque los estás usando). Ten presente que tras hacer bicicleta debes descansar unos 20 minutos y tomar un desayuno en condiciones, para que tu cuerpo “sepa” que no estás muriéndote de hambre (algo que perjudicaría a la causa).
11. Levántate a una hora normal, como las 7:00, las 8:00 o las 9:00 como muy tarde. Acuéstate antes de medianoche: tu cuerpo necesita por lo menos 8 horas de sueño para funcionar en condiciones.
12. Desayuna todas las mañanas. Comer algo por la mañana pone en marcha el metabolismo y evita que comas en exceso a lo largo del día.
13. Bebe mucha agua y disminuye la ingesta de bebidas carbonatadas, en especial las que contengan mucha azúcar. Intenta no tomar ningún refresco con gas.
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