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La presión para atenerse a determinadas dietas para adelgazar el abdomen, siempre termina confundiendo y arrastrando a cualquiera a los desórdenes y errores que facilitan el fracaso. A continuación te brindaremos, más que una dieta, un conjunto de objetivos fáciles de mantener, a la hora de realizar tus comidas.


Recuerda que una dieta o régimen determinado, con un plan estricto de lo que debes comer, suele funcionar durante cierto tiempo. La promesa es que si la sigues durante esos 20 días que dura este plan de comidas, nunca volverás a subir de peso. Sin embargo, esto no es cierto, ya que cuando se regresa a las antiguas costumbres, el sobrepeso regresa fácilmente otra vez. Este es el gran problema de las dietas para adelgazar el abdomen.

Lo que se puede hacer es adaptarnos a un estilo de vida saludable, donde el espectro de alimentos sea variado y balanceado, y donde tengamos incorporadas la costumbre de alejarnos de esas comidas que nos perjudican. Eso es lo ideal para poder alcanzar una figura equilibrada y una vida plena.

Es por esto que te aconsejamos que te mantengas dentro de los siguientes principios:

Alimentación balanceada: recuerda que lo ideal es comer siempre gran cantidad de vegetales y frutos, seguidos por cereales y fibra, con una porción menor de carnes magras o proteínas de calidad. Este es el tipo de comidas de deberían abundar en tu mesa.

Evita el exceso de los hidratos de carbono: no se puede prescindir de los hidratos de carbono, que son necesarios para las reservas de energías. Sin embargo, hay que tratar de mantenerlos al mínimo, consumiendo aquellos que se presentan en niveles muy saludables. Por ejemplo, intenta incorporar a tus platos el trigo, la cebada y el maíz, en sus estados más artesanales posibles.

Bebe mucha agua: el agua es el elemento depurador por excelencia, que nos permite eliminar toxinas y mantener hidratado el organismo. Recuerda que se trata de agua sola, sin mezclar con otros jugos o bebidas. Se debe consumir unos 2 litros de agua aparte de la que naturalmente bebemos en otras circunstancias como el té lo el café.

Azúcares y grasas deben ser reducidos al mínimo: estos son otros dos elementos, cuya ingesta excesiva es la madre del sobrepeso. Es también una parte difícil de la dieta, ya que es fácil hacerse adictos a las cosas dulces y a las golosinas, pero debes aprender a reemplazarlas por frutas que son postres naturales livianos. Recuerda, además, que debes consumir aceites monoinsaturados, como el aceite de oliva.

No satures la capacidad de tu estómago: a pesar de que hayas cumplido con cada uno de los principios anteriores, aún hay una costumbre que puede resultar perjudicial, que es la de saturar nuestro estómago. Intenta comer menos. Y un buen método para lograrlo, es el consumir tan solo un plato de comida. Evita una segunda vuelta, y te sentirás mejor.



Verás como, el mantenimiento de estos objetivos es la mejor de las dietas para adelgazar el abdomen, que puedas concebir. La mejor manera de mantener un estilo de vida saludable, es estableciendo una forma de vida que podamos asimilar y continuar.

No olvides que, un plan de comidas que provoque hambre solo puede traer aparejado sufrimiento. Y cuando la mente se siente acorralada, regresa de inmediato a ese lugar donde se estaba cómoda. En consecuencia, luchará para que vuelvas a comer eso que te hace tan mal. ¡Recuérdalo!


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